El domingo 18 de agosto, Karla Bretherton fue brutalmente golpeada y quemada en San Luis Potosí. La policía municipal la encontró deambulando de madrugada en la colonia Las Piedras. Gemía de dolor, olía a líquido inflamable y se había arrancado la blusa.
Más tarde, los médicos del Hospital Central confirmaron que la joven tenía quemaduras en el 60 por ciento del cuerpo. Lo poco que alcanzó a balbucear fue que dos hombres la habían quemado “luego de tenerla amarrada”.
Murió la tarde del domingo 18 de agosto. Tenía 30 años y acababa de sufrir varios infartos. Al principio nadie pudo identificarla, pero gracias al color de sus ojos -muy verdes- y una serie de tatuajes que tenía en una pierna, la policía pudo dar con sus familiares.
Los encargados de la investigación dijeron que Karla había estado pidiendo auxilio durante casi dos horas, sin que ningún vecino se acercara a ayudarla. “Agonizó dos horas. No hubo auxilio, nadie quiso involucrarse”, dijo uno de los investigadores.
En 2019, han ocurrido 29 muertes violentas de mujeres en San Luis Potosí, de las cuales 16 han sido clasificadas como feminicidios.
En la primera parte del año, San Luis figuró entre las 10 entidades más peligrosas para ser mujer. En el primer semestre de 2019 se registraron 2,700 denuncias por violencia intrafamiliar.
De acuerdo con cifras del gobierno estatal, la mayor parte de las agresiones y muertes violentas fueron cometidas por novios, parejas o ex parejas.